El otro día un conocido me dijo
que él sabía perfectamente si una mujer fingía un orgasmo. Yo le dejé hablar,
me cayó bien con su carilla de hombre experimentado, y me suelta: metiéndole el dedo en el culo notas las
contracciones del orgasmo. Me pareció triste llegar a ese punto de
comprobación, pero no sería yo quien discutiera su teoría, ya digo, el
chiquillo tenía su punto.
Dejando el tema de fingir o no,
creo que sería interesante conocer como tu cuerpo responde en el acto sexual.
Hoy vamos a hablar de la respuesta sexual humana.
Quien vino a definir los estados
por los que pasa el organismo en el acto fueron Masters y Johnson. Los padres
de la sexología moderna. En 1966 hicieron un estudio en el que filmaron y
observaron más de 10.000 actos sexuales. Tras ese estudio describieron la “respuesta
sexual” mediante una curva: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
Excitación:
En la fase de excitación tu
cuerpo va a experimentar aumento del ritmo cardiaco, erección de ciertas zonas (pezones,
vulva, pene), elevación de los testículos, lubricación de la vagina, rubor
sexual.
¿Cómo, cuándo, dónde empieza la
excitación?
Cómo: a través de cualquier estímulo
externo o interno. Llámese interno a “con –tacto” directo.
Cuándo: cuando estés dispuesto a
sentir. Sencillo. Un@ no se excita si la mente no quiere. Ojo, que el
inconsciente también es mente.
Dónde: el placer no sabe de
lugares.
Meseta:
Después del período de excitación,
si seguimos estimulando pasamos a la fase meseta, donde las respuestas fisiológicas
son las siguientes: mayor erección en zonas genitales (cuidado porque dichas
zonas se vuelven muy sensibles) y tensión en los músculos que se preparan para
el orgasmo.
Aquí la pregunta es ¿cuánto? Este
período puede variar según la persona y el momento. No toda situación requiere
una fase prolongada. Y cada persona tiene su “tempo”… Lo importante es estar
acompasad@s, llevar los mismos ritmos. El sexo habla. Tu cuerpo habla. Déjalo
expresar.
Orgasmo:
También se conoce como climax o
fase culminante. Respuesta del organismo: contracciones espasmódicas liberando
la tensión acumulada, aumento del ritmo cardiaco, presión sanguínea y ritmo
respiratorio. Secreción mayoritariamente de oxitocina y prolactina.
Aquí no hay preguntas, no hay
respuestas. Es un estado de no conciencia.
Sensación de plenitud, de éxtasis. Vivencia de felicidad máxima. Estado momentáneo
de trance, de entrega total, de confundirme con el otro. Así se expresan
sobre el orgasmo.
Definir yo un orgasmo: sensación
de abandono donde me encuentro. Soy adicta al orgasmo. Necesito los orgasmos en
mi vida. Puede resultar simple e incluso grotesca tal confesión. Pero mujer pragmática
donde las haya, ese es el único momento que me permito abertura. Quizás por
ello decidí dedicarme a esta profesión. Por la importancia que le doy a la
sexualidad en la vida de cualquier ser. Como la viva ya es cosa que queda en la
consulta.
Resolución: vuelta a la calma, pérdida
de erección de los pezones, vulva y pene. Testículos pasan a su posición
natural. Fin del rubor sexual. El ritmo cardiaco, presión sanguínea y el ritmo
respiratorio vuelven a los niveles previos a la excitación. Sensación general
de relajación. Tumbada en la cama boca arriba y sonrisa. Esa es mi resolución
¿y la tuya?
No puedo terminar el post sin hablar de la fase del deseo “impuesta”
por Kaplan en 1979 como inicio de la respuesta sexual. Esta fase es mental ya
que para sentir deseo tienes que estar interesado, pensar en ello.
Un domingo más escribo para
ustedes y el resumen les dejo: tu cuerpo responde en una curva llamada deseo,
excitación, meseta, orgasmo y resolución.
Definitivamente, me gustan las curvas... Con-Sex.
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