miércoles, 3 de junio de 2015

Me despido del blog peeeero....


No puedo dejar de agradecer a todos los lectores el tiempo dedicado a mis líneas. Es magnífico ver como aumenta el interés, y eso me ha llevado a crear una plataforma más firme para comunicarnos. Sin más les presento la nueva página. Esta se cerrará en breve.

Los espero porque sigo siendo la misma ¿o no? Pasen y vean…

domingo, 24 de mayo de 2015

El orgasmo más largo jamás contado


Soy una persona de método y con espíritu de investigación. Al leer sobre la meditación sexual, práctica con la que se puede llegar a un orgasmo de 15 minutos, se despertó en mí una curiosidad que ya sabía yo que no me iba abandonar. Vamos que me piqué, y eso que siempre he defendido el disfrutar por disfrutar sin búsqueda ni objetivos. Tenía que encontrar a la persona adecuada para ello y no era fácil. La encontré.  Hoy vamos a hablar del orgasmo más largo jamás contado.
El método de la meditación sexual está basado en los estudios realizados por Nicole Daedone y se encuentra plasmado en su libro “Sexo lento, el arte y el oficio del orgasmo femenino”. Es una técnica asimétrica, ya que no buscan el placer recíproco. Abogan por la estimulación concienzuda del clítoris para llegar a un clímax largo e intenso. En realidad está práctica se sustenta en el método Bodansky, basado en el orgasmo masivo y prolongado. Un orgasmo suele durar entre 15 o 20 segundos con 10 o 12 espasmos o contracciones, pero según su técnica se puede llegar a un orgasmo de más de una hora.
¿En qué se basa su teoría? En las siguientes claves:
         1.       Concentrarse en el momento presente.
         2.       Relajarse es de vital importancia.
         3.       Buena respiración para que llegue el flujo sanguíneo que oxigena las terminaciones                                 nerviosas.
         4.       Conocer tu clítoris y su respuesta sexual.
         5.       Buena comunicación con la pareja.
Para más información leer “Sobre el orgasmo: como experimentar y proporcionar un intenso placer sexual”  y “La guía ilustrada del orgasmo masivo y prolongado”  ambos de Steve y Vera BodansKy.
Eran las 11.30 de la noche, pronto para llegar a casa un viernes, pero nos apetecía estar juntos. Nada más llegar le serví una copa de vino blanco. Siempre tengo en la nevera. Nos fuimos al sillón. Me sentía totalmente relajada. Él también. No me apetecía hablar. A él tampoco. Sabíamos que esa era nuestra noche. Era la despedida. El vino fue bajando mientras nos comíamos las bocas. ¡Es la perfección en beso!  Mi excitación era máxima. Me desnudé en lo que el llenó las copas otra vez. El siguió con la ropa. Mojó los dedos en vino y los puso en mi boca. Acto seguido buscó otros labios. Labios que ya estaban hinchados por la excitación.  Él, yo y mi clítoris. El triángulo perfecto. El placer de saber que acariciarte es su único deseo. Sus movimientos eran sincronizados, variando ritmo y presión. Cierro los ojos. Y vivo el aquí y ahora. Empecé a sentir el orgasmo, lento, suave, noto como se acerca, tensión en mis miembros inferiores, abro la boca para coger aire, arqueo mi espalda y empiezo a ser consciente que algo va a suceder, llevo 17 contracciones y no tiene atisbo de fin, le agarro su mano libre, quizás por miedo a perderme en no sé qué mundo paralelo. Llevo 60 contracciones, me canso de contar, grito, porque tanto placer no se puede contener en silencio… Solo él, yo y mi clítoris. La conexión perfecta. ¡El orgasmo sin medida jamás vivido! Creo que perdí la conciencia porque cuando abrí los ojos estaba al lado observándome. Dice que tengo dos tipos de sonrisa.
“La estimulación del clítoris permite activar el sistema límbico y provocar la liberación de oxitocina – la hormona de la felicidad”. Nicole Daedone. Yo era plenamente feliz. Él también.
Yo no pretendo que te pongas a buscar “tu felicidad” en un orgasmo largo e intenso. Sería absurdo hacerlo con mis conocimientos de sexóloga. Solo muestro su existencia y el método para llegar a él. Tu vida es tu vida. Y tú marcas tus prioridades según tus deseos y necesidades sexuales. El placer no es una meta ni un punto de partida. Tu placer está unido a tu erótica,  a tu sentir, a tus relaciones. El sexo es maravilloso cuando la complicidad con tu amante hace que todo sea posible. Gracias debo de darle por poder satisfacer mi curiosidad sobre lo leído. Encontré al hombre perfecto. Sin embargo debo guardar silencio porque somos distintas vidas. Con-Sex.


domingo, 10 de mayo de 2015

Yo escribo lo que vivo… mi sexo en ti.

Yo escribo lo que vivo. Las cefaleas pueden tener muchos orígenes. El mío es tensión. Sencillo. Bañarme en el mar me lo quita. Correr, me lo quita. Tener los ojos cerrados y pensarte, me lo quita. Hay besos que hablan. Que te marcan el ritmo. Y a veces ese ritmo te lleva. En mi vida he estado borracha dos veces. De sexo mucho más. Cuando el sexo es calidad no me importa caer en la bacanal.  Ese sexo tarda. Cuando existía el Bulli la lista de espera era de tres años. Cortamos antes de sentarnos en esa mesa. No fue tiempo perdido.
Yo escribo lo que siento
En una cama cabe una vida. Una mirada y supe que tendría sexo con él. Entrar en otros mundos descubriendo nuevos placeres. Placeres que no tienen futuro. Hay lugares de los que nunca se vuelven porque siempre te provocaran una sonrisa. Tres días y sus manos me dieron forma. Mi boca le enseñó un nuevo camino. Personas que llegan en el justo momento y quedarán a pesar de la distancia.
Yo escribo lo que sueño
“No pasa un día en que no estemos en el paraíso”. J L Borges. Yo soy más de Lilith que de Eva. En mi mundo siempre hay motivos para la manzana. Quiero esa mirada, la del deseo y admiración. Ese deseo que marca mi curva. Esa mirada me atrapa. Quiero penetrarlo. Poseerlo. Quiero que pierda la cuenta: uno, dos, tres… y vuelta a empezar. Quiero que la luna dure 24 horas y no tenga sentido mirarla. Quiero sus espasmos y su líquido caliente. Mira cómo te miro. Venga, mira… Esta mirada desde abajo es tuya. Y me siento grande. Quiero que mis labios resbalen por el eje de tu lengua. Tu punto de apoyo entre mis piernas. Camino de pólvora donde tu glande abrirá nuevas vías. Muévete despacio. Déjame evaluar su recorrido.
Dame tu mano… quiero que escribas en mí. Con-Sex 

domingo, 3 de mayo de 2015

Para llegar a un orgasmo hay que pasar por la meseta…

El otro día un conocido me dijo que él sabía perfectamente si una mujer fingía un orgasmo. Yo le dejé hablar, me cayó bien con su carilla de hombre experimentado, y me suelta: metiéndole el dedo en el culo notas las contracciones del orgasmo. Me pareció triste llegar a ese punto de comprobación, pero no sería yo quien discutiera su teoría, ya digo, el chiquillo tenía su punto.
Dejando el tema de fingir o no, creo que sería interesante conocer como tu cuerpo responde en el acto sexual. Hoy vamos a hablar de la respuesta sexual humana.
Quien vino a definir los estados por los que pasa el organismo en el acto fueron Masters y Johnson. Los padres de la sexología moderna. En 1966 hicieron un estudio en el que filmaron y observaron más de 10.000 actos sexuales. Tras ese estudio describieron la “respuesta sexual” mediante una curva: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
Excitación:
En la fase de excitación tu cuerpo va a experimentar aumento del ritmo cardiaco, erección de ciertas zonas (pezones, vulva, pene), elevación de los testículos, lubricación de la vagina, rubor sexual.
¿Cómo, cuándo, dónde empieza la excitación?
Cómo: a través de cualquier estímulo externo o interno. Llámese interno a “con –tacto” directo.
Cuándo: cuando estés dispuesto a sentir. Sencillo. Un@ no se excita si la mente no quiere. Ojo, que el inconsciente también es mente.
Dónde: el placer no sabe de lugares.
Meseta:
Después del período de excitación, si seguimos estimulando pasamos a la fase meseta, donde las respuestas fisiológicas son las siguientes: mayor erección en zonas genitales (cuidado porque dichas zonas se vuelven muy sensibles) y tensión en los músculos que se preparan para el orgasmo.
Aquí la pregunta es ¿cuánto? Este período puede variar según la persona y el momento. No toda situación requiere una fase prolongada. Y cada persona tiene su “tempo”… Lo importante es estar acompasad@s, llevar los mismos ritmos. El sexo habla. Tu cuerpo habla. Déjalo expresar.
Orgasmo:
También se conoce como climax o fase culminante. Respuesta del organismo: contracciones espasmódicas liberando la tensión acumulada, aumento del ritmo cardiaco, presión sanguínea y ritmo respiratorio. Secreción mayoritariamente de oxitocina y prolactina.
Aquí no hay preguntas, no hay respuestas. Es un estado de no conciencia. Sensación de plenitud, de éxtasis. Vivencia de felicidad máxima. Estado momentáneo de trance, de entrega total, de confundirme con el otro. Así se expresan sobre el orgasmo.
Definir yo un orgasmo: sensación de abandono donde me encuentro. Soy adicta al orgasmo. Necesito los orgasmos en mi vida. Puede resultar simple e incluso grotesca tal confesión. Pero mujer pragmática donde las haya, ese es el único momento que me permito abertura. Quizás por ello decidí dedicarme a esta profesión. Por la importancia que le doy a la sexualidad en la vida de cualquier ser. Como la viva ya es cosa que queda en la consulta.
Resolución: vuelta a la calma, pérdida de erección de los pezones, vulva y pene. Testículos pasan a su posición natural. Fin del rubor sexual. El ritmo cardiaco, presión sanguínea y el ritmo respiratorio vuelven a los niveles previos a la excitación. Sensación general de relajación. Tumbada en la cama boca arriba y sonrisa. Esa es mi resolución ¿y la tuya?
No puedo terminar el post  sin hablar de la fase del deseo “impuesta” por Kaplan en 1979 como inicio de la respuesta sexual. Esta fase es mental ya que para sentir deseo tienes que estar interesado, pensar en ello.

Un domingo más escribo para ustedes y el resumen les dejo: tu cuerpo responde en una curva llamada deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución.  Definitivamente, me gustan las curvas... Con-Sex. 


domingo, 26 de abril de 2015

Cuando el sudor es cosa de tres…

Sentada en el remo en medio de dos hombres. Vamos acompasando ritmos y respiraciones. Vamos a tres. Sudamos, cada uno concentrado pero hay una energía común. Noto que se van “poniendo” o es mi mente calenturienta. Llevo un tiempo fantaseando con esto, no remar con dos hombres, sino montármelo a tres bandas. Y me preocupa porque no es común en mí (con dos mujeres sí). Cuando encuentre la razón se me pasará. Yo y mi jodida conciencia analítica que no puedo evitar. Será el deseo de dejarme querer, que me lleguen, y necesito a dos para eso. Y como la infidelidad no va conmigo busco personas liberales para compartir quehaceres.  O quizás estoy obsesionada con el 2x1 de las ofertas de los supermercados. A veces las cosas son más sencillas.
Normas para un trío:
1. Querer los tres en la mis cantidad y calidad. Aquí no es dos más uno. Aquí será tres en el mismo plano emocional y horizontal. Deja posesiones, celos… si los llevas, fracaso asegurado.
2. No busques un trío para liberarte, aquí ya se viene liberado. Vas a gozar en otra dimensión. Ojo en este espacio no hay relatividad. Se trabaja  a partes iguales. He dicho.
3. Menos no es más. Prepárate a la multiplicación de manos, bocas, posturas… Organización. Para todo hay que tener orden, método… vamos a hacer un equipo. Las miradas te hablaran.
4. Dar y recibir en esta situación es el mismo verbo. Que nadie se quede a la espera. Ser generos@ es una cualidad muy preciada en este idilio.
5. Abre los ojos. El trío es muy visual. Si te metes a ello es para no perder detalle. No veas el “backstage erótico” que se te queda para tus momentos de sequía, momentos de soledad divina contigo mism@.
Tumbada en el banco un chico me ayuda con la barra para pectorales. Tengo que controlar la respiración. Necesito aire y una ducha fría por ese orden.
6. Para el sexo a tres debes controlar tus energías. Distanciarte por momentos. Respira y vuelta a empezar. Es evidente que abogo por lo natural. Es absurda la química cuando vives la explosión de tu universo.
7. No te preocupes, no engancha. Es una forma de placer. Si te haces dependiente de e
sta fuente de sexo como única y exclusiva manera de relacionarte, háztelo mirar.
Termino en el gym. Me cuelgo en la espaldera y noto como mi cuerpo se estira. Siento un pequeño temblor por el exceso de ejercicio y miro a los dos del remo. No me han quitado ojo… Si supieran que han sido la inspiración de mi sudor… Con-Sex.



domingo, 19 de abril de 2015

La película de mi sexo… ¿Y tú film cómo lo grabaste?

El jueves fui a la presentación de un libro: grandes mujeres en la historia. Allí sentada, con mi dolor de nalgas e intentando no moverme en la silla, se me  iba la mente. Pensaba en la capacidad que tengo para olvidar algunas cosas y las de retener otras. Y no va directamente proporcional al hecho. Decido desconectar en la ronda de preguntas y me rindo ante la evidencia del asalto de mi próximo post: los hombres de mi vida y su función sexual. Allá vamos.
El beso. Dice que el primer beso nunca se olvida, y tiene razón. Yo no lo olvidaré jamás por asqueroso. Hizo todo lo prohibido: tornillo, hasta la campanilla y saliva. Él se quedó peor al ver mi reacción, lloré y todo.
El primer beso debe ser sentido, tierno, entregado, cauto pero apasionado. Debe ser el primero de muchos. El que abra la veda. Es tu sexualidad la que se pone en marcha, porque despertar has despertado mucho antes.
La banda sonora de ese beso fue Bee Gees - How Deep Is Your Love
¿Quién fue tu primer beso? ¿Y te acuerdas de su música?
Peeting: derivado del inglés “to pet”: acariciar, mimar besuquear. Caricias sexuales sin penetración. Puede ir desde unos besos y caricias leves hasta sexo oral.
¡Ay mi novio del instituto! (suspiro). Ríete de Zac Efron en High School Musical… ¡Nosotros éramos la pareja! Tenía el arte de tocar todas mis  zonas erógenas a través de la ropa. ¡Eso era calentón! ¡Qué resistencia la de aquel hombre! Podíamos pasarnos horas pegados. Ahí supe lo que eran dolores musculares por no querer cambiar postura y no perder su abrazo, su calor. La ilusión de una mirada, el gesto de una mano en la cintura. Ese sexo en máxima ebullición.
La música que sonaba como no podía ser otra que Je t'aime moi non plus - S, Gainsbourg, J. Birkin
¿Cómo fueron tus caricias? ¿Qué música tenían tus gemidos?
Y llegó la primera vez. Doloroso, no lo voy a negar, pero muy deseado. Yo creía que era el hombre de mi vida. Cama, velas y un cubata fue nuestro escenario. Cuidadoso y lento. Yo asustada por toda la mitología oída: llenarás la cama de sangre, el dolor será insoportable, se le pondrán los ojos en blanco, se quedará dormido encima… Yo más que una película de amor viví una de terror. Lo mejor fue su comprensión.
La primera vez por favor que sea con deseo y no por imposición, con tiempo y no a la carrera, sin dolor. Busca antes la estimulación, concéntrate en las sensaciones, díganse aquello que les gusta y lo que no. Fuera expectativas, solo disfruta del momento, y eso sí, siempre el preservativo presente.
Banda sonora: Abre la muralla de Quilapayun. Lo siento, me hice revolucionaria en mi época universitaria.
¿Cómo fue la primera vez que entraron en ti? ¿Qué música sonaba en el exterior?
Si he de elegir acto sexual de relevancia no podía ser otro que la del mes de Septiembre, año 1993, año 1996 donde se unió ovulo y espermatozoide. Mis dos hijos. A las dos semanas de ese encuentro celular ya sabía que estaba embarazada. Soy pura hormona. Cuando se va en busca de los hijos puede ser un camino difícil: aquí te pillo para fecundar, que si esta postura es la adecuada, que si los pies para arriba… No te obsesiones, todo con método pero no te olvides de la pasión. Mete risas, diviértete, la confianza que hay entre ustedes juega a favor. Si pasan los meses y ves que no se logra el embarazo consulta con tu ginecólogo.
Carmina Burana estuvo presente en todo el proceso fecundador.
¿Fuiste en su busca o vinieron sin tocar? Cada uno tiene su historia y respeto en la de todas. ¿Música?
Pasan los años y llega la madurez sexual, el conocer tu cuerpo y como llevarlo al placer. Y apareció ÉL. Todavía me da escalofríos al recordarlo. El sexo del nirvana. No hay mayor droga que un orgasmo enamorada. Era serotoninas, endorfinas, oxitocinas y todas “las inas” del mercado. No había límites, no había fronteras, desaparecía en él, sin miedos. Cuando encuentras “a la persona” el sexo no tiene título, no hay palabras para describirlo por mucho que recite el poeta. Si has sentido sexo con amor correspondido ya has vivido una vida entera.
La música la llevo grabada: BSO de la película "Moulin Rouge" ¿Y la tuya? ¿Has vivido una historia de amor?
Mis dos últimos amores sexuales han venido virtuales hasta convertirse en carnales. Hecho natural por el proceso laboral que estoy viviendo: encerrada en el ordenador. Sexo en la distancia. Sexo en las palabras. Sexo que engancha. ¡Cuidado!
Del primero solo salvo una noche de todas las que tuvimos juntos, que fueron muchas. Las otras se las devuelvo y quédese con el cambio. Lo llevo tatuado. El segundo es una de las personas más hermosas que he conocido. Sexo con sentido. Sexo tierno. Sexo con pausa y rebobina. Sexo con sonrisa. Sexo con voz cantarina susurrándome palabras de amor y deseo. Mi dandy. Se acabó en una bonita y eterna amistad.
La música de mis redes me la guardo porque me da pereza buscarla, aunque podría ser algo de Luz Casal… decidan  ustedes.
Habrá segunda parte porque como es evidente falta gente.
Hombres. Mujeres. Sexo. Vidas. Elige los ritmos para vivirlos. Yo ando descubriendo nuevas músicas… nunca es tarde para una buena melodía.
Escucho: The Heavy - Short Change Hero
Cierro el ordenador. Con –Sex 




domingo, 12 de abril de 2015

Lamer no es comer, comer no es tragar…Sexo Oral.

A veces no me apetece sexo, solo comer. Y hablo de felación, no de juegos de palabras evidentes. Sí, me relaja. Eso es un hecho. Todo surgió porque entre caña y caña un amigo me confiesa que no le gusta “que se lo coman”. Al no estar en consulta me explayé a gusto, abrí los ojos, di un grito y le solté: chiquillo cuéntame eso con detalle. Él se bebió el botellín de un trago y contesta: ¡cómo te gusta el sexo! Jajajaja Yenny es superior a mí, no puedo relajarme y dejarla a su suerte. Es evidente que no es un problema de técnica sino de confianza. Continuó: yo lo intento pero sé que los dientes están ahí, o que puede succionarme y hacer vacío… yo que sé… no quiero… lo mío es meter y sacar… y oye, que bien me va.
Por supuesto conmigo no tiene futuro, primero por ética profesional, y segundo porque mi boca es sexo. Hoy vamos a hablar del placer de recibir un oral.
“La regla de oro es relájate, no te pongas tensa y déjate llevar”. ¡Cuánto gurú suelto hay! Claro que la cuestión es olvidarse de todo y sentir, pero si no pasa, por mucho que se lo digas no lo va a conseguir, incluso es peor. Es como a un tímid@ cuando le dices: no te pongas rojo, más se enciende.
El sexo es mente. Pues preparemos la mente. O mejor, vamos a engañarla. Si, han leído bien. La boca es lo más instintivo que tenemos. Nacemos con el reflejo de succión.
Engañemos la parte de abajo  trabajando la parte superior. Y se hace así:
1.  No ir a tiro hecho. Me explico. Los genitales son muy sensibles, tanto de un sexo como de otro. Si los tocamos sin estar preparados, lubricados, duele. Besa, juega con la lengua de tu pareja, acaricia pecho, roza su espalda, pega tu cuerpo, respíralo, deja que la sangre vaya llenando pene, labios, clítoris. Deja que te ansíe.
2.  Paso a paso y con buena letra. Las manos escriben. Antes de usar la lengua usa los dedos. Vete despacio. Horror esas imágenes de vídeo donde dan tortas. Eso solo a la carta, por favor. Mira si está mojad@, si no es así, aplica saliva, la tuya o la suya. A estas alturas no estaremos con escrúpulos ¿espero? Roza con la yema de los dedos la vulva, agarra con las manos el pene. La respiración te guiará. Si andas perdid@ pregunta algo sencillo: ¿te gusta? Vete aumentando intensidad. Movimientos giratorios suelen ser aceptados en ellas. Ellos arriba y abajo, ojo con la piel, glande y frenillo, ahí radica “zona confort” o vuelta a la tensión. Si sigues perdid@ truco infalible: coge su mano y ponla encima de la tuya, te indicará. Así aprendí yo los cambios de marcha al conducir.
3.  El olor. Much@s se agobian con ese tema. Ojalá todo fuera de tan fácil solución. Partiendo que el olor de los genitales es “natural”, a no ser que haya una infección (flujo espeso, cambio de color, manchas en el glande) podemos adornar ese olor si frena. Hay lubricantes de sabores que abren el apetito. Los hay con efecto calor que invitan a refrescar. Para los que no quieren gastos, como escribí en un post anterior, la despensa es un mundo multisabor (nata, yogurt, sirope, cremas…) Todo es untar y saborear.
4.  Ya estamos “in situ”. Seguimos en la misma línea: sentido común. Ni se te ocurra morder o tirar de los labios aunque sea jugando. Esas cosas si las desean que las pidan. Hay gente que le gusta mirar, otr@s prefieren cerrar los ojos. No obligues. Cada uno tiene derecho a sus vías de placer. Aconsejo la lengua ancha, lengua fina es incisiva, déjala para después. Recorrido largos para luego pasar al corto. Movimientos giratorios en glande o clítoris al final. Y vuelta a empezar.  Busca y escucha su cuerpo. Cuando encuentres el punto exacto lo sabrás. Palabra de sexóloga.
5.  Para finalizar una cuestión que me suelen preguntar ¿tragar el semen o no? Eso depende de la persona, tanto del que expulsa como el/la que recibe. Hay hombres que no le gustan eyacular en la boca. Advertencia: el semen puede ser elemento transmisor de ETS.


Dejo de escribir
Mis manos se van a engañar mi mente
Deseo Oral Latente. Con – Sex