Para contestar a la pregunta me
voy a ir al refranero popular: “donde fueres haz lo que vieres”…Es decir,
aprende de él, invítale a masturbarse delante de ti, obsérvale, es la mejor
manera de acertar. ¿Qué te da apuros? pues volvamos al refranero:”Cada
maestrillo con su librillo”, es decir que el ponga sus manos sobre las tuyas
para enseñarte cómo hacerlo. ¡Pues ya está! No hay más ciencia, se terminó. ¡¡Noooo!!
Pero no crean porque no dejo de sorprenderme con “las chorradas” que encuentro,
como por ejemplo: “seducir a un hombre o darle placer no es algo que requiere
muchos conocimientos”. Por favor, que falta de respeto hacia el hombre.
Pues no, hay mucho que aprender
como dice Leopoldo María Panero “Ay de aquel para el cual el otro haya dejado
para siempre ser un misterio, y se transforme en un libro abierto: este hombre
ha muerto para el amor”. Prosigamos: la parte más sensible del pene es el glande
(especial atención a la corona y frenillo). Y no nos olvidemos del escroto, hay
hombres que son especialmente sensibles en esta zona.
Dos cosas fundamentales a tener
en cuenta: RITMO Y FUERZA….
1) RITMO. Coger el punto del
movimiento, que es evidente cual es: arriba-abajo. Empezar de forma suave,
despacio pero sin caer en la monotonía, en un vaivén aburrido, hay que buscar,
sentir la melodía, imagínate por ejemplo: Las cuatro estaciones de Vivaldi…yo
dejaría para el final la primavera, es tan “apoteósica”. Dale diferentes
toques, no le tengas miedo, no es tan frágil como aparece (acabo de imaginar
los ojos saltones de los hombres: ¡aaaah!es mercancía delicada!:)). Y cuando
afirmo que movimiento arriba-abajo sé lo que me digo, porque cuidado con las
rotaciones…el molinillo sólo si te lo pide, porque no te asustes si terminas en
el suelo de un empujón (basado en hechos reales). Cuanto más excitado este tu
pareja más regulares debe ser tus movimientos. 2) FUERZA. A la mayoría de los hombres le gusta sentir presión pero ojo, si ves que cambia de color ¡suéltala! Es cuestión de agarre, vale toda la mano o dejar algún dedo libre que permita juego…¡pregúntale!
·
Aquí no vale el instinto…aquí escucha su
respiración, te dará pistas sobre su excitación.
·
Cuando haya alcanzado el “punto de no retorno”
es importante no perder el ritmo ni la fuerza, ya que este movimiento realizado
repetidamente es el que le hará llegar al climax.
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Todo aquello que reduzca fricción entre las
manos y el pene sea bienvenido ya sea saliva, lubricante, aceite….
·
Al terminar se vuelve muy sensible…déjala a un
lado, y a lo que pida “tu hombre”: besos, caricias, o que corra el aire….
Por último les digo: no le tengas
miedo, la masturbación es un arte y como arte hay que tener la mente abierta,
ya lo dijo Leonardo da Vinci: el cuerpo humano cabe en círculos y
cuadrados….Con- Sex.
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