Tengo un amigo que le es infiel a su propia amante. Es decir, tiene
novia, amante y…¿cómo llamar a las otras que surgen? Escarceos. Pues eso, había
una vez un hombre que se llamaba Pulgarcito, que iba esparciendo mujeres como
migas…Vamos a hablar de la infidelidad. Es un tema del cual me resulta extraño
tratar porque nunca he sido infiel. Ojo, eso no quiere decir que no haya estado
con dos o tres a la vez, pero ellos lo sabían y no eran mis parejas(los veranos
aquí son muy largos y las gallinas que entran por las que salen).Y es que yo
soy fiel por comodidad, me explico, no por el cansancio que produce tapar “marcas”
o “vestigios”, sino por la sencilla razón que si no me gusta alguien lo dejo. No
le veo sentido estar con una persona que no me atrae mientras me lo monto con
otro. Una que es primaria para algunas cosas (aclaración: está opinión es
totalmente personal, no olviden que es mi blog!:))
Infidelidad: incumplimiento
del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Ser infiel es romper de forma
consciente un acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación
escogida. Dicho acuerdo es decisión de ambos. La pareja es un asunto privado,
la libertad que haya en ella debe ser personal y voluntaria.
¿Causas de la infidelidad? Infinitas, tantas como personas hay,
pero voy a citar las más comunes: búsqueda de nuevas experiencias, monotonía, vida
sexual deficiente, miedo a perder la libertad, problemas de comunicación,
expectativas no cumplidas, insatisfacción emocional, inseguridad, narcisismo,
búsqueda del amor ideal, baja autoestima, enfrentarse a retos que generan
tensión…
¿Se puede superar una infidelidad? SI, SE PUEDE. A pesar de que uno
de los mayores dolores es saber que la persona amada deseó, prefirió a otr@.
Sin embargo, el amor se recompone. Si se puede trasplantar un corazón (cosa que
desde mi ignorancia me parece mágico) imagínate coser el propio.
Quizás la pregunta sería: ¿merece
la pena? ¿Cómo saber si estás
con un pulgarcit@? La decisión es tuya porque tuya es la balanza y los pesos.
Pero te puedo dar dos señales (¡cómo me gusta una señal!) que les puede indicar
el grado de “eficacia” de una relación. La primera: atracción y un buen
acoplamiento sexual. Cosa que no es fácil, porqué con la sexualidad ocurre lo
mismo que con el carácter, que no todo el mundo es compatible. Segundo: estar
bien con el otr@ sin dejar de ser tú. Tus parcelas deben quedar intactas, y sí
se ha de modificar, siempre para bien. Como dice Antoni Bolinches: el arte de
enamorar es el arte de mejorar.Con-Sex
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