domingo, 22 de febrero de 2015

Buen amante serás si sigues luces y no sombras…

La sexóloga no tiene sexo. Eso es así. Cada vez me cuesta más quitarme las bragas y no hablemos de la coraza. Sexo aburrido. Sexo triste. Sexo desahogo. Sexo decepcionante. Sexo lascivo. Sexo de camino. Sexo rebuscado. Sexo cumplidor. Sexo de hastío. Sexo programado. Sexo imaginado. Resumen de mi vida sexual en el último año. Siguiendo con lo absurdo vayamos al dicho: no hay mujer frígida sino hombre inexperto. Soy de las que piensan que el orgasmo es cosa tuya. No esperes regalos externos, si todavía no conoces tu contenido. Pero ¿Y cuándo ocurre el prodigio del clímax compartido? Ese momento en que no tienes límites porque andas perdida en el otr@. Hoy vamos a hablar del buen amante.
Para empezar dejamos por evidente las listas que nos podemos encontrar a cualquier click de ratón: aprendiz dispuest@, comunica sus necesidades y está atent@ a las de su pareja, hace contacto visual y táctil, imaginativ@ y amen@, limpi@. Que por cierto, todas las cualidades vienen en masculino, como si con las mujeres no fuera la cosa. Vamos que nosotras quietitas y ellos toda “la presión”. Harta de estereotipos estoy.
Después de este lapsus me centraré en lo que yo creo que es fundamental para el buen hacer sexual. Espero que les sea de utilidad. Sobra decir que es mi criterio. No hay nada tan personal que esto del disfrutar.
  1. Olvídate de la duración y el tamaño. El sexo no se mide por el reloj ni por la regla de más centímetros mejor. Hay sexo breve fantástico y sexo “completo” sin penetración.
  2. Que conozca la anatomía. No me refiero a que te deletree los órganos vitales, pero si un conocimiento mínimo, como que el clítoris es sensible, los testículos son material delicado o los pezones receptivos. Hay amantes que no tocan los pechos en todo el encuentro, por ejemplo. Sí, es verdad. A mí me pasó y no será por no cantarle “ponme la mano aquí Macorina”.
  3. Respeto. Respeto entendido como contar contigo para toda actividad sexual que se preste. Digo, que no le firmo yo un papel eximiéndolo de toda consecuencia. Aquí hay una causa-efecto. Si no das sexo oral ya me pensaré yo el comer por los dos (Recuerda: es mi lista. Los placeres entre dos, entre dos se quedan).
  4. Olvídate del pudor. Cuando esta entregad@ no se va a detener a  mirar si tienes grasa en las caderas, espalda ancha, brazos flácidos o pocos gemelos. Te puedo asegurar que su visión se centra en otros detalles: tu respiración, tu boca seca, tu cuello sudoroso, tu mirada suplicante…
  5. El buen amante es silencioso. El que sabe escuchar sin palabras. Estas, las justas y necesarias, para indicar o insultar. No hay un “te odio” más amoroso que cuando te sientes traspasada en cuerpo y alma.
  6. Deseo. Palabra fundamental. Si te sientes desaead@ abre en ti todo un mundo de posibilidades. No hay afrodisiaco mayor que saber que te tienen ganas. Ganas como persona. No ganas de cumplir sus fantasías a través de ti. Eso se nota.
  7. Si pregunta al final ¿Qué tal he estado? Borral@ de la agenda. Quien se preocupa de sus logros para sumar estadísticas es que no sabe ver tu ombligo.
  8. Hace del sexo un arte. Y no exagero. Arte que llega y levanta emociones. Arte porque es continúa creación, no hay dos obras iguales.

¿A qué sabrán tus besos? Los imagino con sabor a mar, risas y complicidad. Buen amante serás… Con-Sex 


Foto: Elliott Erwitt

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