Para la próxima sesión al
masturbarte me vas a decir…Perdón ¿cuándo te masturbas llegas al orgasmo? Nunca me he masturbado. Mi cara sigue impasible,
que nada te sorprenda, nada se juzga. Empecé
con mi pareja siendo muy joven y en 30 años con él no he visto el por qué. Está
persona no ha necesitado buscar su propio placer de manera individual. Él le
fue descubriendo todos sus puntos erógenos. Se llevaban a la perfección en la
cama. La necesidad surge ahora cuando ya no está. Ahora se enfrenta al espejo
sola. Ahora la vida le ha puesto la prueba de amarse a través, para y por ella.
Suerte en la vida y seguiremos en
contacto porque tu viaje será largo. Estoy convencida de que llegarás.
¡Vive tu sexo!
Hola Yenny, no me conoces pero yo te sigo hace tiempo, y por fin me he
atrevido a contactar contigo. Estoy felizmente casada desde hace 7 años pero
mantengo una relación virtual con una mujer. Me explico. Empezamos con
confidencias nuestras, luego paso a “mira que bien me queda esto” ¿te gusta? Y
fue subiendo de tono. No supe pararla o no quise. Solo sé que me toco pensando
en ella. Me tiene loca pero mi marido me satisface. Soy feliz con él. Es como
dos vidas en una ¿Qué hago Yenny?
Frente a esta pregunta no caben
respuestas ¿o sí? Ella tiene que saber dónde está su sexo. Las razones que le
llevan a mantener dos vidas. ¡Quien somos para juzgar! ¡Quien se pone en la piel
del otro!
Suerte en la vida. Y si lo
necesitas tratamos el asunto con más detalle cuando vengas de vacaciones a mi
isla.
¡Vive tu sexo!
¡Qué jarta estoy de sufrir! Hasta el mismo coñ…de tanto llorar por amor.
Te lo juro Yenny que ahora solo sexo, sexo, sexo… (Lo dijo más veces pero yo
creo que quedó claro) Tres relaciones llevo, ¡¡¡TRES!!!! Y tampoco es que sea tan
joven, 27 años son años ya. Y tú sabes que siempre he sido fiel. Jod... que rico
está el amaretto con limón, tú sí que sabes jod… Pues eso, que paso, pero oye,
te lo digo en serio, de verdad, eh, no vuelvo a trincarme por un tío en la
vida. Es más, estoy pensando yo en inseminarme y todo. Yo no paso por un divorcio
y esa mierda de los hijos pa´lla y pa´ca. Que va ni de broma.
La dejé que se desahogara.
Necesitaba echar para fuera todo el dolor y decepción de su último fracaso.
Suerte en la vida y seguiremos en
contacto, ya sea para otro amaretto o para cuidarte los niños. Quien soy yo
para poner límites al pensamiento.
¡Vive tu sexo!
“Leer tanto sexo no es bueno”, me
dijo cuándo le conté mi sueño. Estaba en
el césped. Todo oscuro, me rodeaba cuatro futbolistas y el entrenador. Escribía
desnuda frente al ordenador. El míster les decía, con las manos en los bolsillos,
sigan pasándose el balón, no paren. Era como si yo no existiera. Era tan
absurda la escena. Recuerdo sus ojos negros, oscuros, penetrantes… Niña ese
era Platero… María no te rías que estoy
muy mal. Es lo que tiene la confianza.
Y quién soy yo para analizar mi
sexo. Quién soy yo para no sentir. Quién soy yo para dejar de soñar… Tengo un
grito ahogado esperando a que me lo arranques.
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