domingo, 25 de enero de 2015

El sexo es tu retrato…

Hay un fotógrafo  neoyorquino que se dedica a retratar a la gente y poner una pequeña reseña de la vida del fotografiado (Brandon Stanton y su trabajo, https://www.facebook.com/humansofnewyork?fref=ts ). Me hizo pensar en todo lo que se esconde detrás de unos rasgos, de unas líneas en el rostro. Seguí procesando y llegué a mi terreno ¿Qué se esconde detrás de un cuerpo? Por  mis años de experiencia como terapeuta puedo afirmar que mucho. No quiero centrarme en las disfunciones. Quiero ir más allá. Hoy vamos a hablar de cuando el sexo es tu retrato.
A lo largo de nuestras vidas usamos posiciones que varían según el momento que atravesamos, pero siempre hay una posición recurrente a la que volvemos. Luego cada pareja  tiene sus posturas, las que se acoplan a esa relación, su sello. Como siempre recalco: la importancia de observar, de buscarse en el otr@.
Otro tema es el que une las posiciones con rasgos de personalidad. Aquí solo lo voy a mostrar como dato informativo y que cada un@ coja al gusto.
El misionero: de personas tradicionales, que van sobre seguro. Puede ser manifestación de estabilidad y ternura.
Estilo doggy: independiente, salvaje. Puede ser manifestación de evitación de lenguaje corporal, no desea intimidad.
Mujer arriba: saben lo que quiere, dominante. Puede ser manifestación de seguridad sobre su cuerpo.
La cuchara: disfrutan del sexo lento y relajado. Puede ser manifestación de necesidad de protección.
Hasta aquí todo muy “formativo” pero ¿Cuándo tu sexo dice de ti? El silencio de tu sexo es un dialogo continuo… Lo que quiero decir es que existe un lenguaje corporal también en el sexo (cuando es solo técnica lo llamo masturbación a dos, muy respetable su uso si le deciden).
Habla el cuerpo:
Cuando te mira a los ojos. Si hay miradas que te entran, este es el momento. Por una mirada sabrás el estado de entrega en el que se haya. Esos ojos son la guía del resto.
Cuando sus manos te recorren. Y no hablo a que te toque los puntos fuertes (clítoris, pecho, testículos…).  Me refiero a detenerse en tus hombros, a recorrer tu espalda solo con las yemas de los dedos, dibujar  con su forma. Esas manos que acarician cuando ya se han ido. Manos que esbozan sonrisas para el recuerdo.
Cuando su cuerpo y el tuyo forman uno. Puede sonar a topicazo poético pero es tan real que no lo quiero evitar. En el buen sexo hay acople perfecto. No hay posturas, se suceden cual danza ritual. Surge sin forzar. En el buen sexo los cuerpos hablan, como solo saben hablar los cuerpos: rozando, saboreando, sudando, gimiendo, mordiendo, sanando… Andando por pieles me encontré.
¿Qué dice tu cuerpo? Me preguntas mientras clavas en mí…
Faltan líneas de mi rostro
Falta tu sexo en mí... Con-Sex 

 

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