Tengo que preparar para la radio
un programa sobre la edad de las mujeres y su sexualidad. Complejo. Muy
complejo, porque yo con 50 años, he vivido la mayor decepción de mi vida con un
hombre, y compruebo por otra parte, que una mujer de 15 años puede sentir un
gran amor disfrutando plenamente de su sexualidad. Entonces ¿Cómo poner
etiquetas a las emociones? ¿Cómo vivir tu sexualidad según una edad? Lo
intentaré. Vamos a hablar del sexo a través de una línea cronológica. Y para no
hacerlo muy teórico y espeso les hablaré desde mi adolescencia, mi juventud, mi
madurez…todos mis “mi” (ella se lo guisa, ella se lo come).
De los 11 a los 20
En esta fase hay gran
variabilidad en el desarrollo sexual: nos encontramos chic@s de aspectos
completamente aniñados con otr@s más desarrollad@s (vello, cambio de voz,
senos, torpeza motora…Lo relacionado con el sexo cobra una enorme importancia.
Mi adolescencia fue sencillamente
horrorosa. Todos los cambios mencionados se produjeron en mi de forma tardía y
en dos meses, por lo cual sufrí el síndrome Hulk (estallé toda la ropa y estallé a mi
madre con mi rebeldía).
En definitiva: está etapa puede
ser muy gratificante si vives tu sexualidad de forma placentera, o por el
contrario, muy frustrante si es fuente de conflictos.
Pasamos a los 20 años
El sexo continúa siendo una
prioridad pero las cosas están más calmadas. Ya no hay tanta presión al haber
tenido experiencias. Nos encontramos con una sexualidad más estable en donde
los afectos hacía la pareja van tomando forma. Se inicia las primeras
relaciones “serias” que dan pie a descubrirte en nuevas facetas.
En mi veintena surgió mi primer
amor, siete años duró y aprendí a demandar lo que necesitaba para gozar.
En definitiva: está etapa es
la de la comunicación, la de valorar tu
cuerpo, la de mostrarte y conocerte.
Pasamos a los 30
Con el transcurrir de los años
vas adquiriendo ciertas habilidades y práctica. Sabes lo que te gusta.
Adquieres una confianza que te da libertad para vivir intensamente la
sexualidad ¿o no?
Yo viví dos embarazos, dos
crianzas y un divorcio. Mi sexualidad se convirtió en un desahogo de tanto
estrés.
En definitiva: está etapa es la
del asentamiento, el de la
anticoncepción, abandonarse al placer, el de los ejercicios de Kegel.
Pasamos a los 40
De acuerdo con los especialistas,
es la edad del goce sexual pleno, la mejor edad para vivir el sexo a lo grande.
La realidad suele ser otra. Aparece una disminución en la frecuencia de las relaciones,
ya sea porque caes en la rutina con tu pareja o por las presiones de crianza, laborales…El
poco tiempo libre da cierta pereza sexual y puede llevarte al círculo del “no
deseo”.
Yo resurgí de las cenizas, entré
en otra dimensión, la del yo, yo y yo…Era la dueña de mi placer. Descubrí que
el sexo era lo mío. Me hice sexóloga.
En definitiva: está etapa la
construyes tú, es la de los cambios, la de las dudas y decisiones…o la de la
estabilidad y permanencia compartida. El sexo dependerá de los caminos
elegidos.
Pasamos a los 50
Es el otro periodo del gran
cambio hormonal. Se manifiesta el climaterio que puede durar de 2 a 6 años (su periodo
de inicio varía en cada mujer). Se suceden escalonadamente una serie de hechos (perdida
de la regla, sequedad vaginal, cambios de humor, aumento de peso…) que te hacen
replantearte tu sexualidad.
Para mi está siendo el mejor
momento de mi vida, en donde he crecido a través del deseo del otro. Han
surgido pasiones y grandes descubrimientos. No hay derrota en mi recreo sexual.
En definitiva: está etapa es la
de la superación, la de vivir tu sexualidad sin ninguna amenaza porque ya has
superado muchos obstáculos y esto te hace más fuerte ¿o no? ….Cualquier
trastorno que se prolongue en el tiempo acudir a un especialista.
Me despido de ustedes aquí sentada en posición de loto, con la
certeza que habrá un hombre que valore mi sexo, mi ser, mi esencia….todos
necesitamos ser queridos, y eso no sabe ni de edades ni de líneas rectas. Con-Sex
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